Las caminatas por la naturaleza han sido durante mucho tiempo una fuente de inspiración para nuestras mentes más brillantes. Mahatma Gandhi citó sus caminatas en solitario como la fuente de sus mejores ideas. Lo mismo se aplica a Albert Einstein, Ruth Stone, Teddy Roosevelt y John Muir: la lista de entusiastas de la naturaleza notables continúa hasta el infinito. Pero, ¿qué es lo que hace que la vida al aire libre sea tan maravillosa? ¿No podrían estos hombres y mujeres haber estado simplemente en la cinta de correr durante una hora para lograr los mismos resultados?

Según las últimas investigaciones científicas, la respuesta es un rotundo no. A continuación, se indican tres razones por las que pasar tiempo en la naturaleza no es opcional cuando se trata de la salud.

Aumento de la función cerebral

Mucha gente piensa que no importa por dónde camines, siempre que camines. Pero un estudio reciente de Stanford demuestra lo contrario. Los investigadores pidieron a un grupo de participantes que caminaran durante 90 minutos por una pradera salpicada de arbustos y árboles. El otro grupo caminó durante el mismo tiempo, pero junto a una autopista interestatal muy transitada.

Aunque los cambios fisiológicos fueron similares en ambos grupos, la actividad neurológica fue marcadamente diferente. La actividad neuronal en la región cerebral asociada con la rumia (pensamiento negativo habitual) disminuyó en los caminantes en la naturaleza, pero no en los caminantes en la ciudad.

Aunque los investigadores no están exactamente seguros de por qué, la naturaleza es el mejor potenciador natural del estado de ánimo.

Esta investigación confirma una estadística desalentadora: los habitantes de las ciudades tienen un 20 % más de probabilidades de desarrollar esquizofrenia y un 40 % más de probabilidades de tener trastornos del estado de ánimo en comparación con sus homólogos bucólicos. Si tienes tendencia a la ansiedad o la depresión, los paseos por la naturaleza podrían ser tu receta preventiva perfecta.

Aumento de oxígeno

El oxígeno es el ingrediente clave para la mayor parte de la vida en la Tierra. Cuando nuestro cuerpo tiene acceso a más oxígeno, nuestros órganos de desintoxicación funcionan mejor, nuestro potencial para quemar grasas aumenta drásticamente y nuestro cerebro puede funcionar al máximo. Sin embargo, con el aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, el oxígeno es más escaso. La calidad del aire que respiramos ha seguido deteriorándose desde la revolución industrial.

La buena noticia es que la naturaleza tiene una solución rápida para nosotros: la flora.

Las plantas absorben dióxido de carbono como parte de su proceso de respiración. Si a eso le sumamos la luz del sol y el agua, las plantas tienen toda la energía que necesitan. Además, nos dejan un regalo: oxígeno puro y sin filtrar. Eso no lo encontrarás en la jungla de cemento. Como el oxígeno es tan importante para tu energía y claridad mental, comienza a programar paseos por la naturaleza en tu agenda semanal. Considéralo una inversión en tu cuerpo más saludable y en tus mejores ideas.

Aumento de iones negativos

La última década ha situado la conexión a tierra en el centro de la atención científica. En la naturaleza, una circulación constante de iones negativos (beneficiosos a pesar de su nombre) fluye a través de la materia orgánica, llevándola al mismo potencial eléctrico que la tierra.

Investigaciones recientes muestran que las personas que sufren dolores de cabeza, palpitaciones y mareos son los principales candidatos para pasar períodos prolongados en la naturaleza.

Se ha demostrado que la tierra enriquecida con electrones tiene un efecto equilibrante sobre los sistemas nerviosos simpático y parasimpático, responsables del estado de ánimo, la frecuencia cardíaca y el metabolismo. El estudio indicó que los beneficios de la naturaleza son inmediatos y duran mientras uno permanezca en contacto con su entorno.

Así que, si quieres resultados rápidos para tu mente y tu cuerpo, no retrases tu viaje al aire libre. 

Conclusión

La vida moderna es dura. Nuestros trabajos y nuestras familias exigen nuestra presencia. Nuestra atención está ocupada por las preocupaciones y la creciente lista de cosas que no hemos logrado. Encontrar tiempo para hacer cosas buenas para nuestro cuerpo puede parecer el último lugar de nuestras prioridades.

Pero no lo es.

Tu calidad de vida en la Tierra depende de lo bien que te cuides. Y ahora que está claro lo importante que es la naturaleza para tu salud, es hora de hacer que el tiempo que pases en ella sea una de tus principales prioridades. Haz que sea una actividad que te una a tus amigos y familiares. O hazlo solo si necesitas tiempo para reflexionar. Sea cual sea tu decisión, hazlo.

En palabras de John Muir:

“Las montañas me llaman y debo ir”.

Fotografía de John Matrix de Bike List